Cuidado con los trozos rotos.

Hay momentos en nuestras vidas, en los que por culpa de las circunstancias, por culpa de lo vivido, por culpa de los sufrido, estamos rotos, aparentemente no se ve, ni se nota, pero eso solo es un disfraz en el cual nos escondemos. Mas allá de la ropa, de la piel, están los sentimientos, una vez ellos estén ellos jodidos estamos perdidos.
Cuando estamos así lo único que nos apetece es meternos en la cama con música y llorar hasta quedar exhaustos y dormirnos, en ocasiones creemos que es la mejor solución, pero no es así, hay que sacar fuerzas y cojones para salir de toda la mierda en la que estamos metidos, podemos llegar a ser fuertes, podemos salir adelante aunque necesitemos tiempo, aunque una vez reparados cuesta volver a confiar, el miedo a volver a pasarlo mal es inmenso, puede que hayan ganas de comerse el mundo, pero también hay temor a que sea el mundo el que se nos coma a nosotros. Cuando una persona esta rota por dentro hay que ir con mucho cuidado, esas personas son las que mas cuestan de reparar.

Quince.

Cuando algo termina, es normal echarlo todo en falta, es normal estar unos días sin levantar cabeza. Nunca faltan las personas que están ahí, que te aguantan, a las que puedes llamar cuando sea, que te van a escuchar. Pero tampoco faltan las personas que te dicen, sal, diviértete, es un cabrón, ahora a comerte el mundo, liga como nunca. Si, bueno, eso es lo que dicen, pero me gustaría ver a esas personas en mi situación, me gustaría ver como reaccionarían esas personas, es muy fácil dar consejos, total, son palabras que salen de una boca y después se quedan perdidas, no tienen mas importancia, pero a la hora de aplicarse sus propios consejos se cierran en banda y ya no escuchan nada mas. He tenido que aguantar durante dos semanas personas así, y sabéis que digo? Que para decir gilipolleces mejor callar.

Volví.

Hace mucho tiempo abandoné un poco esta cuenta, pero, ahora que lo pienso, gracias a ella me podía desahogar y creo que la retomaré para poder echar toda la mierda que en ocasiones llevo dentro.